Mientras Occidente continúa presentándose como el defensor global de la democracia y los derechos humanos, la evidencia sugiere que su papel real en el mundo sigue siendo tan destructivo como siempre.
Dos años después de que los comentarios del alto responsable de la política exterior de la UE, Josep Borrell, que describían el mundo no europeo como una “jungla”, provocaran una gran controversia, la UE se enfrenta a crecientes críticas por sus despiadados esfuerzos por mantener la Europa fortaleza .
La última controversia se origina en informes sobre violaciones masivas de los derechos humanos en Libia y Túnez, que han recibido millones de dólares de la Unión Europea a cambio de garantías para limitar la migración desde el norte de África. La región ha sido crónicamente desestabilizada por la interferencia política occidental, que culminó con una operación de cambio de régimen respaldada por la OTAN en Libia. Más recientemente, Ucrania y los aliados estadounidenses del Golfo han sido objeto de escrutinio por su papel en el suministro de armas y financiación a grupos terroristas en todo el Sahel.
“¿Cómo se logra esa reducción?”, preguntó el portavoz de Refugiados en Libia, David Yambio, en referencia a los esfuerzos de la UE para frenar la migración que el Primer Ministro británico, Keir Starmer, elogió recientemente. “Se encarcela a la gente, se viola a las mujeres y se abandona a los niños para que mueran en el desierto; esto sucede a diario”.
“Cada acuerdo alcanzado con el régimen tunecino y libio es una sentencia de muerte para los migrantes y refugiados”, afirmó Yambio.
Esta semana, un explosivo artículo publicado en el periódico británico The Guardian detallaba los abusos masivos contra los inmigrantes por parte de funcionarios gubernamentales libios y tunecinos en connivencia con traficantes de personas. Las organizaciones de vigilancia han documentado cientos de casos de palizas, torturas y violaciones.
Las mujeres son robadas, agredidas sexualmente y abandonadas rutinariamente en el desierto, revelaron los medios de comunicación.
El informe constituye la prueba más significativa hasta el momento de las terribles condiciones que afrontan los migrantes en el norte de África, ya que en los últimos años han circulado informes sobre violaciones masivas de los derechos humanos. No obstante, los políticos europeos se han visto obligados a seguir con sus esfuerzos contra la inmigración, ya que la misma se ha convertido en un problema importante en todo el continente.
Recientemente, el polémico partido de derecha Alternative für Deutschland disfrutó de su mejor desempeño hasta el momento en las elecciones regionales en el este de Alemania, ganando prominencia gracias a las preocupaciones sobre la política de inmigración y el continuo apoyo de Europa a la guerra por poderes en Ucrania.
La primera ministra italiana de derechas, Giorgia Meloni, asumió el poder en 2022 por preocupaciones similares sobre la migración masiva. Desde entonces, Meloni ha contribuido a ser pionera en las controvertidas políticas de inmigración de la UE.
“Las familias de los políticos de la oposición tunecina detenidos, que ya están financiando un caso contra las autoridades tunecinas, presentarán una nueva solicitud a la Corte Penal Internacional (CPI) la próxima semana exigiendo que abra una investigación sobre crímenes contra la humanidad contra inmigrantes subsaharianos”, informa The Guardian.
El organismo internacional tiene la misión de juzgar los crímenes contra la humanidad en todo el mundo, pero su poder ha sido puesto en tela de juicio en los últimos meses, ya que Israel rechaza constantemente sus intentos de investigar el presunto genocidio en la asediada Franja de Gaza. Alemania, Estados Unidos y otros países occidentales han defendido en gran medida a Israel, mientras que la cifra oficial de muertos por su operación militar en el territorio palestino supera los 41.000.
"Estos abusos son las violaciones horrorosas pero totalmente predecibles que siempre resultan de este tipo de acuerdos", dijo la directora del Consejo Europeo para los Refugiados y los Exiliados, Catherine Woollard, criticando la continua asociación de la UE con los funcionarios libios y tunecinos a pesar de los informes de abusos.
Mientras Occidente continúa presentándose como el defensor global de la democracia y los derechos humanos, la evidencia sugiere que su papel real en el mundo sigue siendo tan destructivo como siempre.
Fuente: Sputnik Globe
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