En los últimos meses Egida-Defensa Colectiva Anarquista se a dedicado a socializar los múltiples casos represivos que han sufrido 37 personas del Movimiento Anarquista y Antifascistas de Barcelona, a través de la campaña “Condemnades a Lluitar”.
Entre los casos que denuncian se encuentra el de Abel que en 2021 fue condenado a 3 años y 9 meses de prisión. Los hechos por los que fue condenado tuvieron lugar en noviembre de 2018, en el contexto de la contra-manifestación ante la concentración de JUSAPOL, en la que al final de ésta se produce un incidente. En la parada de metro de Urquinaona un nazi se cae por las escaleras. Ante este hecho dos compañeros son citados a rueda de reconocimiento, acusados de empujar al nazi. Se les acusa delito de agresiones con agravante de delito de odio. El delito de odio se justifica con el razonamiento de atentar contra las libertades individuales puesto que llevaba una bandera de España. Lo que no se cita en el expediente policial es que el individuo en cuestión tambien llevaba puesta una camiseta de Arjuna, un grupo de RAC (Rock Against Comunism). El grupo anti-represivo remarco que “la persecución política que se ha perpetuado durante todo el proceso judicial. Causas pasadas e identificaciones que se produjeron en manifestaciones anarquistas han sido usadas durante el juicio para justificar la condena, juntamente con el agravante de odio. Algunas de estas identificaciones no se realizaron de forma directa, sino que se trataban de identificaciones conseguidas a través de grabaciones y otros medios. Es por esto que afirmamos que a nuestro compañero se le está condenando por ser anarquista”.
Otros casos represivos se dieron a raíz de las manifestaciones del 1 de mayo de 2022, en las que 5 personas fueron encausadas, y también de la del 2023, en la que 12 personas fueron encausadas. Aquellos días en las manifestaciones convocadas por sindicatos como CGT, CNT, COS, YAK, Solidaritat Obrera…entre otros, participo también un bloque libertario. Los hechos que se les imputan a los encausados tuvieron lugar después de la manifestación, en las que se llevaron a cabo acciones directas contra bancos, oficinas de turismo y diferentes tiendas de multinacionales. A todos ellos les imputan manifestación ilegal, desórdenes públicos y daños.
A su vez, el siguiente caso represivo tuvo lugar el mismo mayo del 2023, durante una manifestación para defender los centros okupados El Kubo y La Ruïna, propiedad de la Sareb, en la plaza de la Bonanova de Barcelona. Un gran despliegue de Mossos d'Esquadra, de 300 agentes aproximadamente, cargaron con dureza en la calle del Solsonès para proteger a los fascistas de Desokupa que habían acudido desde varias partes del estado español a intentar desalojar los centros okupados, sin éxito. A raíz de estos hechos 12 personas fueron encausadas, a las que se les acusa de atentado contra la autoridad, desórdenes públicos y daños.
Ofensiva contra la okupacion
A finales del año pasado desalojarón los edificios del Kubo, la Ruina y la Kasa Estudi9, centros donde se organizaba parte de la militancia anarquista. Durante estos desalojos los mossos d’esquadra organizaron un amplio dispositivo de alrededor de 400 agentes y además cargaron contra la gente que protestaba en contra del desalojo. Por si esto fuese poco, también detuvieron a 7 personas que se encontraban en el interior del Kubo y la Ruina a los que les acusaron de atentado a la autoridad y desobediencia.
No obstante, este no ha sido el único episodio represivo que se a dado en una casa okupada ya que a principios de este año Egida también denuncio que las fuerzas represivas habían colocado dispositivos de videovigilancia en frente de una casa ocupada en el barrio de Gracia donde viven militantes anarquista
Fuente: La Haine
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