La revuelta popular en Kazajistán nos preocupa. Si el elemento decisivo fue el aumento del precio del combustible, la revuelta se inscribe en un contexto más amplio. El movimiento se construyó en los centros de trabajo, maduró en ellos, y los propios trabajadores definieron y enriquecieron sus reivindicaciones y sus métodos de acción.
El 3 de enero, toda la región de Mangistau se vio afectada por una huelga general que se extendió a la región vecina de Atyrau. El 4 de enero, los trabajadores del petróleo de Tengizchevroil estaban en huelga. En diciembre, decenas de miles de trabajadores de este centro habían sido despedidos y se anunciaron nuevos despidos. El movimiento se extendió a las regiones de Aktobe, Kazajistán Occidental y Kyzylorda. Los mineros de Armellor-Mittal-Temirtau, las fundiciones de cobre y las minas de la corporación kazaja se unieron y ampliaron el movimiento. En el centro de estas luchas están las reivindicaciones salariales, la reducción de la edad de jubilación, el derecho a formar libremente sus sindicatos y el derecho a la huelga.
La acción directa de los trabajadores, que fue el origen del movimiento, continuó con concentraciones en muchas otras ciudades. En la noche del 4 al 5 se produjeron duros enfrentamientos con las fuerzas de represión. Se declaró el estado de emergencia ; como a menudo, contra "elementos extranjeros", contra "terroristas". De hecho, ésta es una de las respuestas de las autoridades a la clase obrera sublevada.
A partir del día 5, las concentraciones masivas se extendieron por todo el país. A las reivindicaciones se sumaron, por ejemplo, la exigencia de la liberación de todos los presos políticos y el restablecimiento de la Constitución de 1993. Los movimientos de las distintas ciudades y regiones están intentando coordinarse.
Los asesinatos de manifestantes comenzaron en la noche del 5 al 6. El ejército desempeñó su papel: servir al poder de turno, imponer su orden, reprimiendo, disparando y matando. El imperialismo ruso llegó como refuerzo, facilitando y apoyando la represión. Las fuerzas represivas del Estado tienen oficialmente el derecho de disparar sin previo aviso. El número de muertos aumenta.
Las organizaciones miembros de la Red Internacional de Solidaridad Sindical saludan la determinación y el coraje del pueblo de Kazajstán. Nos solidarizamos con la lucha, apoyamos sus reivindicaciones, tanto las relativas a la manifestación directa de la explotación capitalista (salarios, horas de trabajo, pensiones, etc.) como al derecho a organizarse libremente, a la huelga, etc.
Las organizaciones miembros de la Red Internacional de Solidaridad y Lucha Sindical se suman a las acciones de solidaridad con el pueblo de Kazajistán y denuncian la represión ejercida por el poder de turno con la ayuda del gobierno ruso.
¡Solidaridad con la lucha del pueblo de Kazajistán ! ¡Tropas rusas fuera de Kazajistán !
Fuente: Réseau Syndical International de Solidarité et de Luttes
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