Qué ridículo es un gobierno de coalición que se dedica a negociar, con la extrema derecha, acuerdos como la bajada de pensiones o la defensa de reyes corruptos.
Es obvio que en un gobierno de coalición, sea normal que existan puntos de desacuerdo, formas de ver la vida de un modo diferente, de luchar por unos intereses que abarcan a todos los aspectos de la vida, de las clases sociales y de la economía.
Lo que no es normal es que, un gobierno supuestamente de izquierdas, no limite su capacidad negociadora, el impedir de llegar a acuerdos con la parte derecha del hemiciclo. Es por ello que todo parece una gran actuación teatral, una manera de mantener los privilegios que les da el poder.
Unos ejemplos claros ha sido los apoyos que han encontrado partidos como VOX y el PP en la defensa del corrupto rey emérito, así como la defensa a ultranza de la actual jefatura del Estado en la figura del Borbón de turno, Felipe VI y las actuales negociaciones para una "Ley de la Corona".
También, y en función de esa atípica coalición de gobierno, se están paralizando, y negando asuntos tan importantes como el Salario Mínimo Profesional o el fatal acuerdo que ataca directamente a las pensiones. Ya no hablemos de chapuzas como los ERTE o la Renta Mínima Garantizada.
Vemos con asombro como Podemos a renunciado a todo aquello que llevó en sus programas electorales. Una Renta garantizada, la tan ansiada república, la abolición de la reforma laboral… En vez de luchar y defender esas cuestiones. lo que hace es dar su apoyo a medidas que nada tienen que ver con sus promesas. En vez de plantearse la ruptura ante el primer acuerdo del PSOE con VOX, PP o Ciudadanos, hace una pirueta y sigue apoyando a esos obreros socialistas manipuladores y ladrones que lo único que tienen de izquierda son las manos y los pies.
Lo único deseable es que pase cuanto antes mejor y cuando pidan tu voto, simplemente se lo nieguen y no contribuyan más a una falacia democrática. Esto es lo que ha demostrado ser España desde que Franco nos legó un reino al cual apoyó el régimen del 78 y, en la actualidad, los partidos de la nueva ola.
Fernando Infante
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