El engaño del Ingreso Mínimo vital

El gobierno “más progresista de la historia” ha decidido cambiar ese concepto, y bien se podía denominar el gobierno “más tramposo de la historia” y que juega con el pan de los más desfavorecidos.

Los gobernantes actuales, PSOE y PODEMOS, han realizado una farsa con la cual, la población más desprotegida económicamente, se han visto despojada de esa poca luz que le podía dar el recibir el INGRESO MÍNIMO VITAL (IMV). Esto es lo que por norma general hace el PSOE y, parece ser, han visto con buenos ojos los de Pablo Iglesias.

De hecho ya era una renta miserable de 461,5 €, aunque por lo menos podrían pagar algo de comida y algunos gastos básicos, aunque no llegaría para pagar el alquiler o los suministros, y eso si no les llegaba el desahucio, cosa esta con la que tampoco, parece ser, están dispuestos a resolver y entretienen a la población con esos tira y afloja con los que nos tienen acostumbrados estos dos partidos políticos. 

El hecho es que, estos personajes que denunciaban a la casta, se han sometido a los engranajes del Estado y se han confabulado con el partido obrero y socialista, que ni son socialistas ni obreros. Los Podemos han firmado esa infumable ley donde, para acceder a la miseria que denominan IMV, tienes que pasar por un penoso y complicado proceso burocrático además de unos excesivos requisitos.

A pesar de las modificaciones posteriores para acelerar las concesiones de esta ayuda, pocas y de reducido calado, la cifra de aprobadas sigue siendo ridícula, dando como resultado a fecha actual, una denegación del 85% de solicitudes según datos del mismo gobierno.

Lo más lamentable de todo esto es que, muchas personas que confiaban en los anti-casta, han visto como su líder, en épocas pasadas, se paseaba por los medios y hacía propaganda sobre como iban a eliminar la pobreza en España, sobre todo la extrema. En los tiempos actuales, parece ser, que no se digna a ofrecernos una explicación coherente sobre esta deplorable situación que, sobre todo, afecta a la personas y familias más desfavorecidas y que, según sus discursos precampaña, habían ofrecido un poco de esperanza a los más afectados por esta situación.

Fernando Infante