El número estimado de muertos en Gaza en “más de 18.000” es un conteo muy insuficiente. Además de los intensos bombardeos sin precedentes, un gran número de bebés, niños, mujeres, enfermos y discapacitados palestinos se encuentran sin hogar, enfrentando los elementos, muriendo minuto a minuto a causa de las condiciones homicidas descritas por grupos de derechos humanos, periodistas y medios de comunicación israelíes.
“Las agencias de la ONU y las organizaciones humanitarias informan que la situación en Gaza es catastrófica y casi no les queda forma de ayudar a la población. Los pocos camiones cargados que pueden entrar –una gota en el océano, según los informes– no pueden distribuirse debido a los continuos bombardeos, la destrucción de infraestructuras y las restricciones impuestas por Israel. Esto deja a más de dos millones de personas hambrientas y sedientas, sin acceso a atención médica adecuada y con enfermedades infecciosas propagándose debido al hacinamiento antihigiénico y la falta de agua. Esta realidad inconcebible empeora cada día”. (B'Tselem)
Ajenos a la opinión mundial, incluida la de nuestros aliados, Biden y los demócratas están presionando para obtener otros 14.300 millones de dólares del dinero de los contribuyentes estadounidenses para aniquilar aún más a los seres humanos indefensos, ahora sin hogar, en Gaza, que gritan de dolor y miedo, enfermos, hambrientos y moribundos, incapaces de enterrar a sus parientes. Los cadáveres en descomposición se amontonan y son devorados por los perros callejeros.
"Es un truco. Siempre lo usamos. Cuando desde Europa alguien critica a Israel, sacamos a relucir el Holocausto. Cuando en Estados Unidos la gente critica a Israel, entonces es antisemita”.
Funciona con demasiada frecuencia. Los estadounidenses están difamados, suspendidos o perdiendo sus empleos, sus carreras y sus clientes porque se oponen a la matanza en Gaza. Es una señal de la censura partidista que incurrir en tales penas no sea experimentado por los estadounidenses que exclaman su pleno apoyo a esta aniquilación genocida de Gaza, un crimen de guerra múltiple señalado por estudiosos del derecho internacional, tanto judíos como no judíos, aquí y en el extranjero.
Lo menos que pueden hacer los ciudadanos es decirle a sus miembros del Congreso que exijan un alto el fuego permanente, la liberación de los rehenes israelíes y del gran número de prisioneros palestinos (niños, mujeres y hombres) en cárceles israelíes sin cargos y un movimiento serio hacia una solución de dos Estados.
Fuente: Ralph Nader (Dissident Voice)
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