15 diciembre 2023

Loteria de navidad para una sociedad enferma

LOTERIA NAVIDAD AZAR TIMO

Aunque no deja de repetirse el mismo escenario todos los años por las mismas fechas, la verdad es que no dejo de sorprenderme. Y también de reflexionar.

Por supuesto, faltaría más, que todo el mundo tiene derecho a tener las ilusiones que quiera y a apostar por ellas.

Tener ilusión con que a uno le va a tocar alguno de los premios “gordos” de algunos de los sorteos de estas fechas navideñas y de principios de año, es un derecho legítimo que cada cual puede albergar aunque, en su fuero interno, sepa muy bien que sería poco menos que un sueño que aquella se hiciera realidad.

Lo que a mí me hace reflexionar es como mientras tantas “tradiciones” son arrastradas fuera del tiempo y desprovistas de su esencia más íntima, otras, sin embargo, mucho más fatuas, superficiales e inconsistentes, se mantienen inalterables si no aumentan cada año un poco más.

Colas interminables contra viento y marea, horas y horas pasando frío o calándose de lluvia solo para hacerse con un billete en Doña Manolita o en cualquier otra administración invirtiendo hasta días enteros si hace falta y haciendo ostentación de ello.

Un fenómeno éste que denota, hasta qué punto, el vacío existencial de tanta gente intenta ser llenado con el mayor timo de la Navidad, aquel en el que es el Estado el que se forra a cambio de unas pocas migajas “millonarias” que reparte entre unos pocos haciéndonos creer, a través de su publicidad consumista, que esto es una generalidad.

Lo de las colas ante las administraciones loteras o el jugar a las apuestas en cualquier de sus variantes, no es sino un signo más de lo enferma que está una sociedad que desea encontrar un antídoto casi imposible, quemando sus ilusiones en una quimera y su vacío en una especie de droga consentida en la que gastar, muchas veces lo que no se tiene, es bien visto y hasta glorificado.

Es raro encontrarse a alguien que no juegue ni un céntimo a las loterías de navidad.

Yo soy uno de ellos.

Fuente: Reflexiones desde mi diván

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