“Tengo que elegir entre el riesgo de contraer covid o el riesgo de una vacuna desconocida, creo que elijo el riesgo del covid". April Lu, enfermera de 31 años en Los Ángeles, California.
En Ohio, el gobernador informó que el 60% de los trabajadores de asilos se niegan ponerse la vacuna. En Los Angeles, el 40% de trabajadores de la salud también se niegan a la vacuna, así como el 50% de habitantes del condado de Riverside no quieren saber nada de la vacunación, según datos de Los Angeles Times. Mils de trabajadores de la sanidad se niegan a recibirla, al igual que los sanitarios de un hospital de Texas, todo ello según sondeos.
A pesar de que en la nación se dispone de millones de dosis, no se utilizan, a pesar de que a los trabajadores de la sanidad se la han ofrecido de una manera prioritaria en todos los estados. La suposición de que los citados trabajadores serían los primeros en ponérsela, se han encontrado que la inmensa mayoría se niegan a servir de conejillos de indias.
Esta es la opinión de sanitarios que se han expresado en redes sociales como Twitter, no quieren ser los primeros ya que la consideran un peligro por la falta de información respecto a la seguridad de las vacunas, además del temor a los posibles efectos secundarios.
Según una encuesta de la Fundación de Salud de la Familia Kaiser, realizada antes de que se empezaran a distribuir las primeras vacunas, indicaba que el 29% de personas que trabajaban en la sanidad, no querían ser vacunadas. La encuesta fue realizada el 15 de diciembre del pasado año. Hoy en día, ese porcentaje ha aumentado.
Al igual que en Estados Unidos, muchos de los trabajadores de la sanidad holandeses se han expuesto que se les ha utilizado como conejillos de indias.
Fernando Infante
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